AMNAA
Caso Pablo
 
 
Pablo es mi primer hijo y nos dimos cuenta que algo estaba mal desde el cunero. Al segundo día de tomar fórmula a base de leche de vaca empezó con evacuaciones con moco y sangre. El pediatra neonatólogo que lo revisó, nos indicó que cambiáramos la leche a una semi hidrolizada. La situación continuó igual. 
 
Fueron tres meses en que mi hijo no dejaba de llorar día y noche. Hasta después de recorrer diez pediatras, una de ellas me habló de la alergia a la proteína de la leche de vaca. Nos recetó una fórmula elemental y la vida de mi hijo Pablo dio un giro de 360 grados. 
 
Pablo por primera vez empezó a dormir y dejó de llorar, sin embargo, la situación no quedó ahí. Cuando empezamos a ablactarlo el bebé empezó con diarreas nuevamente, llantos, cólicos, dolor abdominal. Una situación terrible, su peso era bajo y se rehusaba a comer. Una situación que podría ser llevadera, en la sociedad que vivimos, en cambio se convierte en desesperante, frustrante, discriminatoria muchas veces, e incluso en una cuestión de vida o muerte.
 
Tuvo varios internamientos, sin embargo en un internamiento al no dejar de vomitar se le realizó una Endoscopía y Colonoscopía en donde el médico encontró hiperplasia linfoide y elevación de eosinofílos en colon. 
 
Así que el Gastroenterólogo nos habló de alergia alimentaria y posible colitis eosinofílica.Me dijo que eliminara trigo, leche, huevo, soya, pescados y mariscos, frutos secos. 
 
Sin embargo, mi hijo aunque mejoró rotundamente se rehusaba a comer, fue hasta que lo llevé con una alergóloga (que sabía mucho sobre alergia a alimentos) que me di cuenta que tenía que retirarle más cosas, como frutas, verduras y carnes. Mejoró muchísimo pero cuando se enferma (ya que muchas veces los medicamentos que le recetan tienen algún aditivo o sustancia a la cual mi hijo reacciona) y me recetan una medicina, tengo que llamar al laboratorio para que me confirmen si es apto para las alergias de mi hijo. Hasta que el laboratorio no contesta, yo no se lo doy.
 
La alergóloga me ha dado pautas de cómo introducir alimentos a su dieta, sin embargo, su dieta sigue siendo en su gran mayoría, su fórmula elemental. Pero mi hijo es un niño sano, fuerte, feliz y gracias a la ayuda que ha recibido de sus médicos, sobre todo de su Alergóloga y Gastroenterólogo, hoy luce así.